Hoy en día existe la elección de ser o no madre... pero la responsabilidad económica y personal es mucho mayor. Delante de una situación así, y delante de una bajada de natalidad, no ayuda que las políticas laborales no vean como uno de los puntos fuertes el retroceso arraigado como el machismo de no querer contratar por el miedo a la maternidad, embarazo y posterior cuidado del hijo..
La mujer en ya bastantes ocasiones retrasa el ser madre, ya empieza a ser habitual la maternidad a los 40... el cuidado de un bebé en sus primeros meses o primer año es esencial, si la madre organiza su tiempo para atender a su hijo, ¿esto ha de suponer un retroceso en su vida laboral? No habría que ayudarla...
Alegra ver el giro en la doctrina del Tribunal Supremo considerando riesgo por el embarazo cuando la la razón de la baja implica una incompatibilidad absoluta con cualquier tipo de trabajo, y la empresa no ha ofrecido otro puesto. Siempre que se comprometa la viabilidad del embarazo sería riesgo por el embarazo. Si nos adecuamos a la realidad actual de madre a los 40, esta doctrina favorecería a las mujeres que han retrasado la maternidad, muchas veces por temas laborales.
Pensemos que riesgo por el embarazo es contingencia profesional y se percibe el 100% del salario...
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